Luis Alberto "Lucho" Herrera Herrera

Campeón de ciclismo, nacido en Fusagasugá, Cundinamarca, en 1961. Ganador de cuatro vueltas a Colombia e igual número de Clásicos RCN, la mayor gloria de Luis Alberto "Lucho" Herrera Herrera es haber sido campeón de la Vuelta a España en 1987. Junto con Federico Martín Bahamontes, "el Aguila de Toledo", Herrera ha sido campeón de la clasificación de montaña en el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España. Sus grandes condiciones para el terreno de ascenso lo llevaron a conseguir un gran número de triunfos tanto en Colombia como en el exterior. Su presentación al mundo se produjo en 1984, cuando, siendo aún un corredor aficionado, triunfó en la mítica etapa del Alpe D'Huez en la Vuelta a Francia. Un año más tarde ganó dos fracciones y se coronó, por primera vez, campeón de la montaña en esta prueba. Esta última conquista la repitió tres años después, cuando fue galardonado como el mejor atleta de Latinoamérica.

En la Vuelta a España de 1987 no sólo conquistó el título de campeón, sino que además fue el primero en la montaña. Ese año se clasificó quinto en el Tour de Francia, su mejor posición en esta competencia. "El Jardinerito de Fusagasugá", apodo que recibió porque antes de incursionar en el ciclismo cultivaba flores en la finca de su familia, en las afueras de su pueblo natal, fue dos veces campeón del Dauphiné Liberé, competencia ciclística francesa (1988 y 1991). En el Giro de Italia también demostró su calidad al ganar el título de la montaña en 1989 y acumular tres triunfos de etapas en sus dos participaciones en la prueba. En la tabla general su mejor puesto fue el octavo, en 1992. Su retiro del ciclismo profesional se produjo al finalizar la temporada de 1992, cuando se despidió con el título en la Vuelta a Aragón en España. Deportista del año en 1985, Herrera fue el mejor ciclista colombiano de la década de los ochenta, y el mayor triunfador en pruebas de ruta en toda la historia de este deporte en el país. En Colombia ganó las principales carreras, pero en Europa muchos se quedaron esperando su triunfo en la mayor prueba por etapas del mundo, la Vuelta a Francia; sin embargo, su morfología física nunca fue la más adecuada para enfrentar carreras tan exigentes y largas como la francesa, en cambio en su terreno, la montaña, fue prácticamente imbatible. Por algo fue considerado por la crítica internacional como el mejor escalador del mundo.

En 1981, cuando era un ciclista desconocido en el país, superó con facilidad a los más afamados contendores camino al alto de La Línea en el Clásico RCN. Ese día Colombia abrió los ojos para conocer a este joven que prometía para estrella. Como cosa curiosa, Herrera finalizó en el puesto 16 en esta competencia, en la que ganó una etapa, la misma posición en la que terminó esa temporada en su primera participación en la Vuelta a Colombia. Cuando tenía 15 años, Esther, su madre, le regaló una bicicleta de semicarreras, de un solo cambio, que le servía para desplazarse desde su casa hasta Fusagasugá. Un año después, en esta población, participó en su primera prueba ciclística, en la que perdió tres vueltas con relación al ganador. Pero la incursión definitiva de Herrera en el ciclismo se le debe a uno de sus hermanos, Rafael, quien le contagió el amor por esta actividad y lo impulsó para que la practicara. En 1977 comenzó en firme su carrera ciclística. Fue en el Clásico Nacional de Turismeros, en el cual finalizó en el puesto 21. Tres años después ganó la clasificación de la montaña y fue quinto en la Vuelta de la Juventud.

En 1982 triunfó en su primera gran carrera, el Clásico RCN, en el que terminó primero en la montaña y en dos etapas. En los ochenta, Herrera se convirtió en el mayor símbolo del ciclismo colombiano. Su figura le dio la vuelta al mundo y su imagen fue utilizada para promocionar el café, primer producto colombiano, pues "el Jardinerito" competía, precisamente, con la camiseta de Café de Colombia. Luego de su retiro, junto al de otro gran ciclista, Fabio Parra, el pedalismo nacional ha sufrido una crisis que pretenden superar ciclistas de la talla de Oliverio Rincón y Alvaro Mejía. En cuanto a su personalidad, Herrera siempre se mostró al público como una persona de pocas palabras, tímido, que prefería hablar por medio de sus pedalazos. El 24 de diciembre de 1991 contrajo matrimonio con la modelo y ex reina de belleza Judith Xiques Villa; para muchos esta situación forzó su retiro del ciclismo, por el deseo manifiesto del fusagasugueño de dedicarse por completo a su familia.

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